Antes de que hiele es un libro de 2002 de Henning Menkell y es el primer libro en el que la figura histórica del comisario Kurt Wallander se une a su hija, Linda.
Suecia. Es el final del verano de 2001 y Linda Wallander acaba de terminar sus estudios para convertirse en policía. Pronto llevará un uniforme por primera vez.
Al mismo tiempo, su amiga Anna desaparece después de decirle que ha visto a su padre, desaparecido desde hace más de veinte años.
La vida en el tranquilo pueblecito en el que viven los Wallander comienza a verse sacudida por numerosos y extraños sucesos: una llamada anónima informando de que alguien ha prendido fuego a los cisnes, un ternero quemado vivo, un estudioso de los antiguos senderos del bosque que ha desaparecido en el aire.
Linda Wallander es la primera de todos -incluido su padre- en ver una conexión entre estos hechos, y es su determinación la que impulsará la investigación.
El thriller parte de una situación existencial y personal: Linda Wallander se encuentra en un momento de transición. El verano se acaba, pronto llegará septiembre y con él comenzará una nueva etapa de su vida. Una fase adulta.
El pasado de Linda, sus contrastes con su padre, son retomados continuamente por Mankell, que los inserta en el flujo de la narración. El lector se encuentra con muchos pequeños esbozos de la vida anterior de Linda Wallander y ya espera con ella el inminente nuevo comienzo.
En este sentido, Linda Wallander es descrita como rondando un punto de cruce muy estrecho: ante ella lo desconocido de todo lo que está por venir, detrás de ella el pasado, las viejas amistades, los secretos y las heridas relacionadas con lo que ha sido.
El cambio de estación se convierte así en emblema del cambio en la vida de Linda, antes de que lleguen las heladas se pone el uniforme y es una nueva vida.
Mankell pasa muy bien de lo particular a lo general: de la historia personal de Linda Wallander a la más comunitaria de Anna y todos los extraños acontecimientos que giran en torno a ella, para terminar en un plano aún más general y humano, donde nos habla del fundamentalismo religioso.
Y si todos los extraños acontecimientos que se suceden tienen como matriz común una secta religiosa, su líder y sus convicciones extremas, entonces sí podemos decir que se trata de un thriller de muy amplio alcance que nos muestra la cara más familiar del fundamentalismo, la que más se nos parece y más nos pertenece.
El libro termina el 11 de septiembre. Los personajes a los que seguimos desde las primeras páginas ven las noticias en la televisión, atónitos, viendo cómo las Torres Gemelas son atacadas y destruidas.
La elección de Mankell de insertar este pequeño detalle al final de su libro es elegante y discreta, como una sutil dedicatoria y un estímulo para la reflexión. Parece querer decirnos que la religión y el fundamentalismo son dos cosas diferentes y que todo lo que vemos en los demás y que nos asusta, podemos encontrarlo tarde o temprano en nosotros mismos.
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