El éxito de la trilogía Millenium del escritor sueco Stieg Larsson no ha sido una casualidad.

La trilogía Millenium del escritor sueco Stieg Larsson ha sido un verdadero betseller mundial y no por casualidad.

El hecho de que en el año 2008 fuera el autor con las obras más vendidas solamente detrás del escritor afgano Khalid Hosseini (autor entre otros libros de los recordados Cometas en el Cielo y Mil Soles Espléndidos) lo marca claramente.

Al día de hoy la primera parte de la saga escrita por Larsson (Millenium I, II y III) ha superado ampliamente los 30 millones de ejemplares.

El éxito de la trilogía Millenium del escritor sueco Stieg Larsson no ha sido una casualidad.

Las razones del éxito.

No sólo la prematura muerte de su autor a los 50 años a causa de un infarto puede ser señalado como un hecho de marketing positivo (aún en la tragedia). Hay que tener en cuenta que el boom de ventas se registra después de su muerte.

Hay, en su contenido, una defensa de la condición femenina tan expuesta en la sociedad moderna y tan puesta al desnudo en sus libros, que hace reflexionar seriamente.

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Y esa aparente endeblez de la condición humana, tan expuesta en la actual violencia de género, es combatida a través de la figura antisocial, anárquica y, a la vez, sumamente humana de Lisbeth Salander. Con los mismos instrumentos. Come reza la ley del Talión: ojo por ojo y diente por diente.

Con la misma violencia.

Lisbeth ama a los que la aman, aunque sin demostrarlo. Y odia profundamente a aquellos que odian y maltratan a las mujeres. Así de simple. Y les reserva un tratamiento especial. Nada de piedad para quien no tiene piedad.

Una sociedad lejana del idealismo que pretende demostrar.

Larsson no es el primer autor sueco que critica fuertemente la estructura de la sociedad del país escandinavo. Tal vez entre los autores de un cierto renombre quien lo ha hecho con más frecuencia, profundidad y análisis crítico ha sido Henning Mankell, el recordado autor de los libros que tienen como protagonista principal el comisario Kurt Wallander.

Larsson, por su parte, fue un reconocido luchador contra los regímenes y las organizaciones de ultraderecha y neonazistas. Con ese fin ha colaborado activamente con Scotland Yard y el Ministerio de Justicia de su país.

La sociedad sueca de la libre expresión, del amor libre, no existe más. Se ha integrado definitivamente a una moderna sociedad europea donde privan los principios más nefastos del capitalismo occidental: violencia, razismo, antisemitismo, explotación infantil, drogas, prostitución.

Y eso queda manfiestado en los libros de ambos autores.

Si hay algo que contradistingue los libros de Larsson, aparte de su incrolable defensa hacia el género femenino, son esos atisbos de una nueva sociedad.

Un nuevo orden social.

De ese nuevo monstruo que comienza a emerger de sus entrañas para hacer su aparición en medio de una sociedad desconcertada que se divide entre aquellos que sostienen el “status quo” de un país que siempre se quiso mantener neutral de cada conflicto y aquellos que propugnan por una violenta y radical división de todos los estratos de la sociedad sueca.

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El hecho de incorporar un aspecto secundario como los grupos neonazistas en su eterna lucha antisemita contra los judíos es solo anecdótica. Pareciera que es solo una referencia al interno de la trama.

Se pierde en la excelente e intrincada lectura de esta verdadera y estupenda mole de lectura (cada libro supera las 700 páginas).