domingo, 6 de junio de 2021

La Fortaleza Digital de Dan Brown es la primera novela del aclamado autor del Código Da Vinci.

La fortaleza digital (Digital Fortress) es la primera novela del escritor estadounidense Dan Brown, publicada en 1998.Hay autores que pueden describir cualquier cosa, y otros que dan lo mejor de sí en un campo específico. 

Dan Brown pertenece a este último grupo de autores. Ya en su primera obra literaria, Crypto, puso a sus personajes en una carrera contrarreloj para detener el peligro del momento. Aquí no hay un Robert Langdon, llevado después a la gran pantalla por Tom Hanks, sino Susan Fletcher, una criptóloga de la Agencia de Seguridad Nacional (la NSA en Estados Unidos se ocupa de la seguridad nacional junto con las más famosas FBI y CIA), que debe enfrentarse a la amenaza de un virus lanzado por un terrorista informático. ¿Por qué es tan terrible el peligro? 


  Porque en la práctica el virus, que pronto se llamará "Fortaleza Digital", de donde deriva el nombre de la versión americana de la novela, permitiría enviar mensajes encriptados a través de Internet con un algoritmo que no pueden resolver los programas antiterroristas, anulando de hecho el trabajo de TRANSLTR, un ordenador que desencripta todos los mensajes, frustrando las amenazas de raíz.


En estos eventos se mueven, entre otros, Susan, su compañero David Becker, el comandante Strathmore y, especialmente, Ensei Tankado, un matemático de origen japonés que en el pasado trabajó para la NSA pero que la abandonó por no estar de acuerdo con la política llevada a cabo gracias a TRANSLTR, que no dejaba privacidad a los ciudadanos.

Este personaje es muy interesante porque es discapacitado por ser "hijo" de las víctimas de las bombas atómicas lanzadas sobre Japón al margen de la Segunda Guerra Mundial, en este caso la de Hiroshima: las supervivientes de las bombas que dieron a luz a hijos con problemas físicos a causa de la radiación no son raras y es un tema que le da a Dan Brown la oportunidad de tratar una serie de temas delicados pero que dan fuerza a la novela.

El resultado es una obra que, gracias también al buen final, no defrauda las expectativas pero que si se lee después de "Ángeles y Demonios", "Inferno" o las otras del mismo autor puede ser valorada por los lectores en menor medida de lo que realmente es.

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