viernes, 11 de marzo de 2022

Roberto Saviano, el caso Gomorra, las amenazas y la vida bajo escolta.

 Roberto Saviano (Nápoles, 22 de septiembre de 1979) es un periodista, escritor y ensayista italiano. En sus escritos, artículos y su primera novela, Gomorra, utiliza la literatura y el reportaje para describir la realidad económica, territorial y empresarial de la Camorra y del crimen organizado en general.

Desde las primeras amenazas de muerte en 2006 por parte de los cárteles camorristas, denunciadas en su "exposición" y en la plaza de Casal di Principe durante una manifestación por la legalidad, Roberto Saviano está sometido a un estricto protocolo de protección. Desde el 13 de octubre de 2006, vive bajo protección.

Ha colaborado con numerosos e importantes periódicos italianos e internacionales. En Italia colabora actualmente con L'espresso y La Repubblica, en Estados Unidos con el Washington Post, el New York Times y Time, en España con El País, en Alemania con Die Zeit y Der Spiegel, en Suecia con Expressen y en el Reino Unido con el Times.

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Por sus valientes posiciones, no han faltado los llamamientos a no dejarlo solo por parte de importantes escritores y personalidades de la cultura del calibre de Umberto Eco.

El caso Gomorra.

    "Lo que molesta a las organizaciones criminales es mi lector, no yo. Mi lector es lo que no quieren, el hecho de que estemos hablando de ello ahora, que todos los periódicos hablen de ello, que sigan saliendo libros, que se sigan haciendo documentales, eso es lo que no quieren, es la atención sobre ellos, sobre sus nombres, sobre todo sobre sus negocios".
    (Roberto Saviano en su libro "Gomorra")

    "Lo sé y tengo pruebas. Sé cómo se originan las economías y de dónde sacan su olor. El olor de la afirmación y la victoria. Sé que el beneficio exhala. Lo sé. Y la verdad de la palabra no toma prisioneros porque lo devora todo y lo prueba todo. Y no tiene que arrastrar las contrapruebas y poner en marcha las investigaciones. Observa, pesa, mira y escucha. Lo sabe. No condena en ninguna jaula y los testigos no se retractan. Nadie se arrepiente. Lo sé y tengo las pruebas. Sé dónde se desvanecen las páginas de los manuales de economía, cambiando sus fractales en materia, cosas, hierro, tiempo y contratos. Lo sé. Las pruebas no están ocultas en ningún pendrive escondido en agujeros en el suelo. No tengo vídeos comprometedores en garajes escondidos en pueblos de montaña inaccesibles. Tampoco tengo documentos de los servicios secretos ciclistas. Las pruebas son irrefutables porque son parciales, filmadas con los iris, contadas con palabras y templadas con emociones rebotadas en hierro y madera. Veo, siento, miro, hablo, y así testifico, una palabra fea que puede seguir siendo válida cuando susurra: "Es falso" en los oídos de quienes escuchan los cánticos rimados de los mecanismos del poder. La verdad es parcial, después de todo, si pudiera reducirse a una fórmula objetiva sería química. Lo sé y tengo pruebas. Y así lo cuento. De estas verdades".
    (Roberto Saviano)

Saviano comienza "con un relato imitando a Tommaso Landolfi y enviándoselo a Goffredo Fofi, quien le hizo comprender que, aunque escribe muy bien para su edad, escribe "tonterías". Por el sello veo de dónde vienes -dijo-, escribe de tu zona.
 
Le debe mucho a escritores como Fofi o Gustaw Herling-Grudziński, escritores a los que define como "luchadores", maestros que utilizan la pluma como arma".

Su primera novela, Gomorra - Viaggio nell'impero economico e nel sogno di dominio della camorra, fue publicada en marzo de 2006 en la serie Strade Blu de Mondadori. Es un viaje al mundo empresarial y criminal de la Camorra y a los lugares donde nació y vive: Campania, Nápoles, Casal di Principe, San Cipriano d'Aversa y el Agro Aversano. El libro habla de las suntuosas villas de los capos del hampa creadas a imagen y semejanza de las de Hollywood, de los campos llenos de residuos tóxicos eliminados por cuenta de media Europa, de una población que no sólo es cómplice de este crimen organizado, sino que incluso lo protege y aprueba su labor; El autor nos habla de un Sistema (este es el nombre real utilizado para referirse a la Camorra) que atrae a nuevos reclutas que aún no son adolescentes, haciéndoles creer que la suya es la única opción de vida posible, de niños-jefes que están convencidos de que la única manera de morir como un hombre de verdad es ser asesinado[24], y de un fenómeno criminal influenciado por la espectacularización de los medios de comunicación, en el que los jefes se inspiran en la ropa y los movimientos de las estrellas de cine.
En agosto de 2009, el libro había vendido más de 2,5 millones de ejemplares sólo en Italia[25] y se había traducido a 52 países. En el resto del mundo, Gomorra ha vendido unos 2 millones de ejemplares. Está en las listas de los más vendidos en Alemania, Holanda, Bélgica, España, Francia, Suecia, Finlandia, Lituania, Albania, Israel, Líbano y Austria.

Gomorra fue la inspiración de una obra de teatro, que le valió a Saviano el Olimpia de Teatro 2008 como mejor autor de una novela italiana, y de la película del mismo nombre, que ganó el prestigioso Gran Premio Especial de la Giuria en el Festival de Cannes; En 2012, también se convirtió en una serie de televisión de seis episodios en la que Roberto Saviano colaboró como asesor (como también lo hizo para la obra de teatro y la película); la serie está producida por Sky Italia y dirigida por Stefano Sollima (antiguo director de la versión televisiva de Romanzo criminale) y está previsto que se emita en los canales Sky Cinema en otoño de 2013.

En 2009 ganó el premio Tonino Guerra al mejor tema en el Bif&st de Bari por la película Gomorra, de Matteo Garrone.
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El éxito del libro de Saviano le ha creado varios problemas: empezando por las cartas amenazantes, las llamadas telefónicas silenciosas, pero también y sobre todo una especie de aislamiento ambiental.

Durante una manifestación por la legalidad celebrada el 23 de septiembre de 2006 en Casal Di Principe, el escritor denunció en la plaza los asuntos de los jefes del clan Casalesi, Francesco Bidognetti, Francesco Schiavone (actualmente en prisión) y sus dos regentes, Antonio Iovine y Michele Zagaria, dirigiéndose a ellos en tono acalorado ("¡No sois de esta tierra! ¡Dejad de serlo!") e invitando a la población a rebelarse[1]. Debido a las amenazas e intimidaciones que sufría, el entonces ministro del Interior, Giuliano Amato, decidió asignarle una escolta de seguridad el 13 de octubre de 2006 (Saviano regresaba de Pordenone, donde había ido a promocionar su libro Gomorra).

El 14 de marzo de 2008, durante el juicio de Espartaco, el abogado de los jefes Francesco Bidognetti y Antonio Iovine, Michele Santonastaso (asistido por su colega Carmine D'Aniello), leyó ante el presidente de la sección primera del Tribunal de Apelación, Raimondo Romeres, una carta escrita conjuntamente por los jefes Francesco Bidognetti y Antonio Iovine (ambos en prisión). La carta contenía una solicitud de traslado del juicio por sospecha legítima debido a la influencia que Roberto Saviano, Rosaria Capacchione y el fiscal Raffaele Cantone habrían tenido sobre los jueces[30]. A raíz de la carta, el Ministerio del Interior decidió reforzar las medidas de seguridad del escritor, aumentando la escolta de tres a cinco hombres.


El 14 de octubre de 2008 llegaron noticias de un posible atentado contra Roberto Saviano. Un inspector de policía de la DIA de Milán informó a la Dirección Distrital Antimafia de que se había enterado por el tránsfuga Carmine Schiavone (primo del capo Francesco Schiavone, conocido como Sandokán) de un plan, ya en fase operativa, para matar al escritor y a su escolta en Navidad con un espectacular atentado en la autopista Roma-Nápoles, al estilo de Capaci. Sin embargo, Carmine Schiavone, interrogado por los magistrados, negó tener conocimiento de un plan de los Casalesi para matar a Saviano, lo que provocó la respuesta inmediata del escritor: "Por supuesto que lo diría; si lo hiciera, tendría que admitir implícitamente que sigue teniendo relaciones con el crimen organizado"[33]. 33] El fiscal encargado de la investigación pidió finalmente el archivo del caso después de que las noticias resultaran infundadas. Carmine Schiavone negó conocer el atentado, pero confirmó que Saviano había sido condenado a muerte por el clan Casalesi[35].
Así, en octubre de 2008 Roberto Saviano decidió abandonar Italia, "al menos por un tiempo y luego ya veremos", también a raíz de las amenazas, confirmadas por informaciones y declaraciones de colaboradores de la justicia que revelaron el plan para eliminarlo por parte del clan Casalesi.

 "Creo que tengo derecho a un descanso. Durante este tiempo pensé que ceder a la tentación de retroceder no era una muy buena idea, y sobre todo no era inteligente. Me pareció muy estúpido -además de indecente- renunciar a uno mismo, dejarse doblegar por hombres de la nada, gente a la que desprecias por lo que piensan, por cómo actúan, por cómo viven, por lo que son en sus fibras más íntimas pero, en este momento, no veo ninguna razón para insistir en vivir así, como un prisionero de mí mismo, de mi libro, de mi éxito. A la mierda el éxito. Quiero una vida, eso es todo. Quiero una casa. Quiero enamorarme, tomar una cerveza en público, ir a la librería y elegir un libro leyendo la contraportada. Quiero salir a pasear, tomar el sol, caminar bajo la lluvia, encontrarme con mi madre sin miedo y sin asustarla. Quiero estar cerca de mis amigos y poder reírme y no tener que hablar de mí, siempre de mí como si fuera un enfermo terminal y estuvieran lidiando con una visita aburrida pero inevitable. ¡Joder, sólo tengo veintiocho años! Y sigo queriendo escribir, escribir, escribir porque esa es mi pasión y mi resistencia y yo, para escribir, necesito hundir las manos en la realidad, frotarla en mí, sentir el olor y el sudor y no vivir, como si estuviera esterilizado en una cámara hiperbárica, dentro de una comisaría -hoy aquí, mañana a doscientos kilómetros- movido como un paquete sin saber lo que ha pasado o puede pasar. En un estado de perenne desconcierto y precariedad que me impide pensar, reflexionar, concentrarme, sea lo que sea. A veces me sorprendo pensando estas palabras: quiero recuperar mi vida. Las repito una a una, en silencio, para mí. "
    (Roberto Saviano)

Traducción realizada con la versión gratuita del traductor www.DeepL.com/Translator

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