Fluyan mis lágrimas, dijo el policía es una novela de ciencia ficción de Philip K. Dick.
Fue traducido al italiano por primera vez en 1976 con el título Episodio temporal de Roberta Rambelli (luego fue retraducido por Vittorio Curtoni en 1998 y nuevamente por Maurizio Nati en 2007).
Escrita en 1974, es considerada una de las mejores obras del autor; destaca por una notable compacidad de la trama, rápida y libre de digresiones, en el centro de la cual permanecen las obsesiones típicas de Dick: el control social, la psicosis, la incertidumbre del límite entre realidad y ficción, los estados alterados de conciencia y el uso de psicotrópicos. sustancias, desconfianza hacia el universo femenino.
RESEñA
El título proviene de Flow My Tears , una canción para laúd y voz de John Dowland. , compositor inglés del siglo XVI. El trabajo comienza así:
Fluyan, mis lágrimas, caigan de sus manantiales,
Exiliadas para siempre, déjenme llorar
Donde el pájaro negro de la noche canta su triste infamia,
Allí déjenme vivir desamparado.
Fue nominada a los dos premios más importantes de literatura de ciencia ficción, el Premio Hugo y el Premio Nebula.
En el contexto de la industria cultural del siglo XX, Philip Dick consigue explotar un género literario de nicho como es la ciencia ficción para proponer escenarios distópicos, apocalípticos, siempre extremadamente críticos con la sociedad. En un contexto histórico y cultural en el que la filosofía, que debería asumir la responsabilidad de la crítica y constituir la vanguardia de la revuelta cultural, se muestra desinteresada en el ámbito social, donde históricamente las teorías propuestas por la Escuela de Frankfurt no han sido seguidas en la Académicamente, es en la narrativa donde reside el germen de la crítica social.
Philip Dick asume el desafío de su tiempo poniendo en escena mundos que se desmoronan, certezas que se derrumban o se desvanecen en el aire, personajes indefensos ante el mundo y, sin embargo, capaces, de alguna manera, de salvarse apelando precisamente a sus frágiles vidas. humanidad.
TRAMA
Los hechos tienen lugar en 1988, catorce años después de la publicación del volumen. Intuimos, a partir de referencias nunca explícitas, la existencia de un Estado policial que controla todo el planeta tras una especie de gran guerra: la población está dividida en castas genéticas; los estudiantes, percibidos como un peligro social, son encerrados en sus universidades para pasar hambre; los subversivos son enviados a campos de concentración, sometidos a trabajos forzados.
El protagonista, Jason Taverner, poseedor de un código genético mejorado, es cantante y presentador de un programa de televisión de fama mundial. Tras un enfrentamiento con una ex amante suya, se encuentra en el hospital y, por tanto, inconsciente, en un hotel de muy baja categoría. A pesar de estar en posesión de su memoria, su existencia parece haber sido borrada del mundo: nadie se acuerda de él, no tiene documentos y no existe ni un solo rastro de su pasado en todo el planeta hasta el día anterior. En particular, sus datos faltan en los archivos estatales y policiales: por lo tanto, corre el riesgo de ser arrestado y encarcelado en cualquier momento.
El libro sigue los dos días en los que Jason transita entre la búsqueda y la fuga, para recuperar su identidad y descubrir, en un mundo ahora extraño y hostil, el misterio vinculado a su desaparición social. Si bien los acontecimientos determinan a los personajes más que al revés, el autor aprovecha para mostrar con pesimismo un futuro cercano donde detrás del orden y la legalidad de un Estado férreo y la pátina dorada del entretenimiento, la pobreza, la corrupción, la decadencia y la locura.
OPINION PERSONAL
Las preguntas fundamentales de Dick son dos: Qué es la realidad y Qué es el hombre. Se trata de cuestiones estrechamente vinculadas entre sí y con la dinámica subjetivo-objetiva. Dick parte del supuesto de que cada ser humano vive en su propia realidad, dada por sus propias percepciones. En este sentido el mundo de un esquizofrénico no es menos real que el mundo de una persona considerada cuerda, el único problema es la incapacidad de comunicarse. Si un esquizofrénico pudiera mostrarnos claramente su forma de ver el mundo sería posible que pudiera convencernos de que tenía razón. Tenemos entonces, por un lado, una pluralidad de mundos, todos igualmente reales, y, por otro, una pluralidad de sujetos que crean o interpretan estos mundos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario