El Bailarín de la Muerte de Jeffery Deaver es la segunda novela de la serie dedicada al criminólogo Lincoln Rhyme.

El bailarín de la Muerte es una novela de 1998 de Jeffery Deaver, escritor estadounidense, publicada por primera vez en Italia en 1999. La novela es la segunda de la serie de thrillers en la que el protagonista es el criminólogo Lincoln Rhyme.

Además de la trama principal, en este libro Jeffery Deaver inserta información adicional sobre el pasado de Rhyme, las circunstancias de su primer encuentro con el Esqueleto, y nos ofrece la evolución de la especial relación entre el criminalista tetrapléjico y Amelia Sachs, que trabaja junto a él.

Trama.

Una bomba colocada en un avión privado perteneciente a una compañía de vuelos chárter, Hudson Air Charters, explota al aterrizar, matando al piloto Ed Carney y al copiloto. Gracias a la información sobre un crimen cometido en Alejandría unas semanas antes, Lon Sellitto, detective del Departamento de Policía de Nueva York, consigue relacionar el atentado contra el jet con un conocido asesino a sueldo, llamado el Esqueleto Danzante por un macabro tatuaje en su antebrazo que representa la Danza de la Muerte.

El caso se confía extraoficialmente a Lincoln Rhyme, el criminalista tetrapléjico que ya se ha enfrentado al Esqueleto en el pasado, ayudado de nuevo por la agente Amelia Sachs, así como por Sellitto y Fred Dellray, agente del FBI. La idea de los investigadores es que el crimen está relacionado con un caso de tráfico de armas y que Phillip Hansen, el presunto instigador del Esqueleto Danzante, pretende hacer desaparecer a los testigos en su contra antes de la audiencia ante el gran jurado.

Así comienza una carrera contrarreloj para defender a los dos testigos supervivientes, ambos pilotos del Hudson, Brit Hale y Percey Clay. Percey, la viuda de Ed, no quiere dejar de lado la posible quiebra de la empresa, por lo que les dice a los detectives que ella misma pilotará el próximo vuelo de Hudson, a pesar del riesgo de ser asesinada por el asesino.

Mientras tanto, la mente de Rhyme, ayudada por el cuerpo de Amelia y los sofisticados análisis de laboratorio de Mel Cooper, está preocupada por predecir los próximos movimientos del Esqueleto y finalmente capturarlo. El asunto continúa como una especie de duelo intelectual entre Rhyme y el Esqueleto, que demuestra ser un maestro en el arte del engaño, mientras que los intentos de atrapar al asesino pondrán repetidamente en peligro la vida de los dos testigos.